Catedral de Sevilla y su Giralda
Uno de los imprescindibles de Sevilla.
Es un templo católico de estilo gótico. La Unesco la declaró en 1987, junto al Real Alcázar y el Archivo de Indias, Patrimonio de la Humanidad y, el 25 de julio de 2010, Bien de Valor Universal Excepcional. En 1988 el Libro Guinness de los Récords certificó que era la catedral con mayor superficie del mundo.
Comenzó su construcción durante la administración musulmana en el año 1172 como mezquita. Se inauguró el 30 de abril de 1182.
Tras la conquista de la ciudad por los cristianos el 23 de noviembre de 1248, la mezquita mayor fue consagrada con la advocación de Santa María de la Asunción. A pesar de haber sido consagrada, se continuó utilizando en su estado original (musulmán). Fue a partir de 1401 cuando, tras demoler la antigua mezquita, empezó la construcción del nuevo templo católico, conservando el alminar (la Giralda) y el patio (patio de los Naranjos).
El templo acoge los restos mortales de Cristóbal Colón y de varios reyes de Castilla: Pedro I el Cruel, Fernando III el Santo y el hijo de este, Alfonso X el Sabio.
La Giralda es el nombre que recibe la torre campanario de la catedral de Sevilla. La parte inferior de la torre corresponde al alminar de la antigua mezquita de la ciudad, de finales del siglo XII, en la época almohade, mientras que la parte superior es una construcción sobrepuesta en el siglo XVI, en época cristiana, para albergar las campanas. En su cúspide se halla la estatua de bronce que representa el Triunfo de la Fe y que tiene función de veleta, el Giraldillo. Mide 97 metros de altura y es de fácil acceso, ya que la subida se realiza a través de rampas.
Existen réplicas y edificios inspirados en ella en España y en varios países del mundo.
- Precio: 11€/adulto
- Duración de la visita: 2 horas aprox.
Se recomienda comprar las entradas con antelación para evitar colas. Para reservar: https://catedraldesevilla.entradasdemuseos.com/
Más información en https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Sevilla
https://www.catedraldesevilla.es/la-catedral/catedral-de-sevilla-su-historia/
Real Alcázar
El monumento más visitado de Sevilla.
El conjunto del Real Alcázar de Sevilla tiene su origen en la evolución que la antigua Hispalis romana, la Spali de tiempo de los godos, experimentó durante la Alta Edad Media, cuando la ciudad pasó a denominarse Ixbilia. Y más concretamente a comienzos del siglo X, en el momento en que el Califa de Córdoba Abderrahmán III an-Násir ordenó, en el 913, el levantamiento de un nuevo recinto de gobierno, la Dar al-Imara, en el flanco meridional de la ciudad, según los testimonios más fidedignos. Antes la sede del poder omeya de al-Andalus estuvo dentro del espacio de la ciudad bajo-imperial romana, no lejos de la mezquita aljama hispalense, localizada en la actual Colegiata del Salvador. El espacio de poder más característico de Sevilla se encontró ya ligado al puerto de la ciudad, la sede más relevante de su actividad económica. El antiguo puerto de la ciudad, en los terrenos de la actual Plaza del Triunfo, la Explanada de los Banu Jaldún se llamaba entonces, fue desplazándose en dirección oeste hasta el curso principal del Guadalquivir, mientras el brazo secundario que discurría desde la actual Alameda de Hércules, atravesando por la calle Tetuán hasta la Plaza Nueva, desaparecía como vía fluvial del espacio urbano. Menos en los momentos en que las crecidas le devolvían su espacio.
Al palacio de gobierno Omeya del siglo X se añadiría posteriormente el Alcázar Nuevo de los abbadíes, los gobernantes de Sevilla y su entorno durante el siglo X. Este Palacio de al-Mubarak, el Bendito, fue ya el centro de la vida oficial y literaria de la ciudad, con los poetas, como el soberano al-Mutamid, que sentaron las bases de otras actividades humanas, y sus leyendas que forman hoy parte de la historia de Sevilla. Posteriormente los almorávides cerrarían el espacio de gobierno extendiéndolo hasta el Guadalquivir. Los almohades, en el siglo XII, completarían las obras de época árabe con otras edificaciones de las que todavía nos quedan restos que constituyen una muestra única en el mundo. La Casa de la Contratación por ejemplo.
La conquista castellana del territorio en 1248 dotó al Real Alcázar de la condición que permanece hasta nuestros días: sede de la Corona y ámbito del poder municipal de la ciudad. Se levantaron entonces, sobre las bases anteriores, en una integración histórica de culturas que forma parte de la misma esencia de Sevilla, palacios como el Gótico, en el que Alfonso X plasma las concepciones del nuevo marco cultural en el que se ha integrado la ciudad. El Palacio Mudéjar de Pedro I, a mitad del siglo XIV, hace aparecer de nuevo antiguas concepciones mediterráneas en versión árabe, cuando al-Andalus ya era una entidad dominada por la Corona de Castilla.
A este marco arquitectónico tienen que añadirse los elementos que dan vida al Real Alcázar de Sevilla en cada momento: los nuevos usos de los espacios, los jardines, el agua que aparece por todos los rincones, en una especie de compensación al Guadalquivir al que se le fue quitando el espacio. Y los colectivos y personas que le dieron vida a edificios y construcciones en cada momento y que poblaron el aire que todavía sigue fluyendo desde la Puerta del León a la de la Alcoba, sobre el arroyo Tagarete, oculto hoy en el paisaje que vio nacer el actual Real Alcázar hace once siglos.
- Precio: 13,5€/adulto
- Duración de la visita: 2 horas aprox.
Se recomienda comprar las entradas con antelación para evitar colas. Para reservar:
Parque de María Luisa, Plaza de España y Plaza de América
El parque de María Luisa es el primer parque urbano de Sevilla y uno de sus pulmones verdes. En 1983 fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico. Se inauguró el 18 de abril de 1914 como parque urbano Infanta María Luisa Fernanda.
Estos espacios, que en principio formaban parte de los jardines privados del palacio de San Telmo, fueron donados en 1893 por la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, esposa del duque de Montpensier, a la ciudad. Las plazas de España y de América, construidas para la Exposición Iberoamericana de 1929, están integradas en el parque como en un jardín público y constituyen uno de los principales atractivos.
Recorrido recomendado desde el Barrio de Santa Cruz:
- Jardines de Murillo > Antigua Fábrica Real de Tabacos > Jardines del Prado > Plaza de España > Plaza de América > Paseo de las Delicias > Palacio de San Telmo > Torre del Oro > Teatro de la Maestranza > Plaza de Toros de la Maestranza > Puente Isabel II (Triana) > Calle Betis

Barrio de Santa Cruz – Judería
La principal recomendación es: «piérdete, conoce plazas y callejones y descubre el barrio tranquilamente».
Recorrido sugerido:
- Plaza de Refinadores > calle Mezquita > Plaza de Santa Cruz > Calle Agua > Calle Judería > Patio de Banderas > Plaza de la Alianza > Plaza de Doña Elvira > Hospital de los Venerables > Plaza de las Tres Cruces
